lunes, 2 de febrero de 2009

Ciudad de las personas o ciudad de los coches


Ésa parece ser la pregunta que en la Región de Murcia siempre se decanta hacia el mismo lado. Mientras que ciudades más modernas optan por un sistema de transporte público que descongestione de tráfico rodado el centro urbano, en Murcia se ha concedido un presupuesto colosal para la construcción de dos gigantescos aparcamientos bajo el suelo de la céntrica Avenida de la LIbertad y el aledaño Jardín de San Esteban.

Las ventajas inmediatas son obvias, mayor accesibilidad para los vehículos privados al centro de la ciudad. Entre las desventajas, se han mencionado muchas: la inversión millonaria de las arcas públicas, mayor colapso de tráfico en el centro atraído por el efecto llamada de las plazas de garaje, incalculables molestias para los vecinos adyacentes a las obras -así como daños en sus inmuebles-, inhabilitación de los lugares donde estarán emplazados para el uso de los murcianos durante la duración de las obras -no olvidemos que son zonas muy transitadas, también por la gente de a pie-, impacto ambiental, degradación del patrimonio histórico de la ciudad -hay estudios de la Universidad de Murcia que sitúan bajo San Esteban restos arqueológicos de la época del Al-Andalus-, la desaparición del mercadillo que desde principios de los ochenta es seña de identidad del municipio, y las más que sospechosas concesiones que el gobierno siempre hace para las obras públicas a empresas como el Grupo Generala. Todo esto, se suponía, durante unos once meses, pero lo cierto es que en Marzo del presente año prescriben y aún no se predice un fin próximo. Es más, en breve comenzarán las obras del segundo aparcamiento, el de San Esteban.

Tratemos primero la declaración de intenciones que esto supone. Si se pretende tender hacia un modelo urbano de ciudad peatonal, ajardinada y con espacios públicos para todo tipo de expresiones ciudadanas, el ayuntamiento debe peatonalizar las calles, construir jardines y plazas y ceder ese espacio a los habitantes del municipio. Para llegar hasta ellas, quien no es el propietario de un piso en el centro, hasta ahora usaba el coche, hacía varios kilómetros agravando los atascos por toda la ciudad y una vez cerca de su destino, desencantado de la posibilidad de encontrar una plaza para el vehículo, lo malaparcaba encima de las aceras, con el consecuente peligro de sanción.

Pues bien, parece que en lugar de descongestionar el tráfico urbano, se pretende bonificarlo con más facilidades para usar el vehículo particular. No sólo no se peatonaliza el centro, sino que se hace más accesible para todo tipo de coches, motos y todoterrenos. Tampoco se han programado líneas de transporte público -en cualquiera de sus expresiones- que lleguen hasta el centro, es más, los autobuses urbanos, concesión monopolística a Latbus, serán menos eficientes en su recorrido diario porque tendrán que pelear con las nuevas hordas de coches que lleguen a la ciudad atraídos por la promesa de aparcar en las ensanchadas infraestructuras que se han habilitado para ellos.

Desde diversos análisis se hace patente que lo idóneo para avanzar hacia el modelo de ciudad anteriormente descrito -ciudad de las personas-, consiste en un centro peatonal, de acceso limitado o nulo al tráfico rodado, y con varias líneas de transporte público -léase autobús, tranvía, metro o guagua si se quiere- que lleguen hasta él desde las afueras, donde ahí si, que construyan todos los aparcamientos que quieran. Sería una buena alternativa: yo, habitante de -por ejemplo- Cartagena, debo ir a Murcia a hacer unos papeleos necesarios. Suponiendo que rechace los autobuses, opto por ir en mi coche, y al llegar a Murcia leo unos carteles que me avisan de que el acceso al centro en vehículo privado no está permitido, por tanto, aparco en un lugar habilitado para ello a las afueras. Una vez hecho esto, me subo al metro o tranvía gratuito que conecta este aparcamiento con el centro de la ciudad, que es el lugar al que quería ir; un trayecto cómodo y sin preocupaciones, no tendré que pasarme una hora para encontrar un hueco para mi coche. Una vez llego ahí, paseo sin dificultad por las calles, sin semáforos porque sólo hay peatones, tal vez bicicletas, y llego a la oficina a la que me dirigía. Agradable, ¿Verdad? Pues unos cálculos rápidos lo sitúan rápidamente en económicamente viable, pero además, ecológicamente mucho más sostenible, y socialmente más humano.

Pero claro. Todo es cuestión de los intereses que desea favorecer cada gobierno, en el caso que nos ocupa, favorecer las expresiones de lo privado en detrimento de los servicios públicos. Así más empresas podrán beneficiarse de la contrata de las obras, el gasto de gasolina, el alquiler de las plazas de aparcamiento. ¿Verdad?

Fdo. Anonimo.

5 comentarios:

Don Míster dijo...

y lo de la linea 39 clama al cielo, las tarifas de latbus son un atraco, tienen a los trabajadores hiperexplotados, el servicio es una mierda,...eso es lo que pasa cuando privatizas las necesidades.

Cristian dijo...

hace poco hablaba con un ingeniero que llegaron los planos de los parking que se estan construyendo en av libertad a su oficina, el hombre me decia que eso es un nuevo metodo de trabajo, lo estan estrenando alli, con pilotajes y muros pantallas que luego de hacer todo eso, se viene una losa encima como ke aki no pasa nada, y abajo estaran trabajando, construyendo 9 plantas hacia abajo de parking privados, a llenarse los bolsillos de pasta!! y yo me pregunto las cimentaciones de los edificios aledaños no se las cargaran...con el nivel freatico ke se ve al pasar que naa mas de bajar 4 metros tiene agua a manta...madre miaaa!..ps nadaa seguid votando por los mismos que os siguen robando y haciendo que murcia capital sea la misma muerte.

Álvaro dijo...

Cuesta lo mismo ir a la Nueva Condomina que a Orihuela (en autobús). La madre que me parió.

Yo tengo clarísimo que todo esto de los parkings no es más que la cultura del pelotazo y del populismo. Es contrario a cualquier sentido común, en pleno cenit del petróleo. Murcia está cavando su propia tumba.

Mierda ya.

Unknown dijo...

Ayer me fui andando, a paso apresurado pero cómodo, desde El Carmen a la Biblioteca Regional, y tardé un tiempo razonable. Murcia es una ciudad a escala humana y puede seguir así si lo que se invierte en los aparcamientos se gastara en la gestión pública de los autobuses y en carriles bici.

Marina J. Adler dijo...

Yo estoy deacuerdo totalmente contigo. Esque parece que no se cansan, no tuvieron bastante con joder la plaza de la Merced para hacer un parking y ahora también San Esteban... Con lo que eso cuesta y estando en crisis!Esque manda muuuuchos huevos...